… continuidad del culebrón: «LA CURUL» …
Casi cuan una guerra contra adversarios partidistas, algunos dirigentes del PRM montaron una guerra ficticia contra el actual Alcalde (militante PRM) por la sustitución de una curul que pertenecía al partido.
Entre interpretaciones de lo qué dicen las leyes y resoluciones, un miembro aliado y otro del PRM están «reclamando sus derechos» mientras otros apuestan a la persona que fué juramentada en la Sala Capitular, quien fuera perdedora en las pasadas elecciones. La discución está en que si la lista que se nombra es de los suplentes o de los candidatos.
Por desgracia, la politización de los conflictos sobre el derecho de elegir, ser elegido, derechos electorales, termina en algunos grupos como batallas campales sin importar consecuencias, aun cuando esto sea contra un compañero o un aliado.
El alcalde se desliga de las reclamaciones que le han sido adjudicadas incluso, cuando no existen pruebas, solo porque el candidato del Frente Amplio, uno de dos (el otro es PRM), es de su equipo.
A partir de ahora el otro lado queda sin con quien pelear, dejando libre a la Ley quien ha sido al final la única protagonista de este tema tan penoso. Aparentemente la guerra continua pero se terminó la ficticia batalla….
Esta guerra fraticida a lo interno solo asemeja la que llevan en las primarias o internas de la organización, donde todo vale, donde los intereses del partido siempre quedan relegados.
Al final queda el comportamiento siempre erratico de algunos dirigentes que pasan su tiempo y concentran sus esfuerzos en guerras intestinas en vez de preoucpoarse y ocuparse de la ciudad que representan.
